"No recuerdo lo que dijo pero sí lo que me hizo sentir" y la comunicación política es sentimiento. El líder político de
verdad, aquél que te hará ser recordado como una gran persona, es aquél que tiene tantas habilidades verbales y de
manipulación positiva que no necesita mentir. Te ha echo sentir y eso es lo que importa porque un buen comunicador no
necesita manipular, puede decir la verdad, aunque duela, hacerlo con credibilidad y consiguiendo un efecto más positivo que, incluso, diciendo
una mentira piadosa. Decir que se tendrán que subir los impuestos,
aunque sea malo, si se hace con un buen despliegue orador
causará un impacto más positivo de lo que creemos. Y no hay nada más importante para un líder político que ser recordado como un buen líder
político. Uno bueno.
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