El pasado martes 19 de
noviembre, tuve la suerte de participar en la mesa de Política 2.0 y
Activismo digital del encuentro Huelva 2.0 de la web social onubense gracias a la invitación de José Carlos del Arco y la organización. En el interesante debate nos acompañaban Fátima Reyes, Daniel Rodrigo, Juan Antonio García y Wenceslao Font.
Foto: @_pacoromero |
Durante mi presentación al público asistente, di algunas de las claves, y siempre bajo mi experiencia en campañas, sobre qué ha supuesto la
aplicación de las nuevas herramientas de comunicación 2.0 en la
forma de hacer campañas, de comunicar y gestionar equipos.
Por lo tanto, nos
referimos al uso innovador de las tic en comunicación política. Y
qué es lo más importante a la hora de diseñar, ejecutar y hacer
una campaña o gestionar un gobierno? La información. Se dice que la
información es poder, pero la información en sí, no tiene poder.
Lo que tiene poder es cómo la utilizamos y lo que podemos hacer con
ella.
Bien pues las tic
aplicadas a la comunicación política nos permite a través de
programas de base de información, tener datos que podemos cruzar con
muchas variantes (sexo, edad, población) y así poder detectar con
un alto grado de fiabilidad, qué va votar esa persona, porque
sabemos qué le preocupa, sus intereses, etc, cruzamos datos, cruzamos
variables. Y por tanto, poder utilizar información para tomar
decisiones estratégicas y saber cómo utilizar tus recursos tanto
económicos como humanos. Saber dónde gastar y saber dónde no. Saber dónde invertir tiempo y saber dónde no.
¿Cuál es en resultado de
todo esto? Multiplica la efectividad del trabajo: desde cualquier
lugar y en cualquier momento, puedes trabajar desde tu tablet o desde
tu ordenador personal, aportando valor a nuestra campaña porque como
voluntario y activista te hemos facilitado los datos, te hemos dado
acceso a la información. En estados Unidos lo hicimos en 2012, en
Latinos for Obama donde yo trabajé, la base de datos que teníamos,
por cierto la mayor del mundo hecha hasta ahora, esa base de datos
como digo, se encontraba abierta al millón y medio de voluntarios de
la campaña. Desde cualquier lugar y en cualquier momento, aportas
valor.
Y esto aplicado a una
estrategia, se llama: Comunicar en tiempo real. Y comunicar a tiempo
real supone campañas a tiempo real con estrategias y mensajes a
tiempo real y por supuesto, esto implica, segmentación de mensajes,
de público y de acciones. Antes la estrategia de campaña estaba
diseñada con un año de antelación y no se tocaba. Ahora no. Ahora tenemos que
tomar el pulso diario a los temas de campaña y anticiparnos a ellos.
Es la estrategia correcta
en el momento correcto. Y esto no es otra cosa que un nuevo modelo de gestión y de
liderazgo que suponen las nuevas tecnologías. Una nueva cultura de
hacer campañas, de comunicar y de gestionar equipos que le da la
vuelta a la pirámide. Bien es cierto que sigue existiendo una
pequeña cúpula de mando, un grupo de personas que marcan las
directrices generales, pero los Grassroots, las organizaciones de
base, tiene 100 por 100 de libertad para aportar valor a la campaña:
y aportar valor es aportar creatividad, acciones de comunicación, trabajo, tiempo para
llamadas, para reuniones, para los puerta a puerta: puro activismo.
Pero ¿y las
redes sociales? Un dato que nos dice mucho de hacia dónde van los
medios tradicionales respecto a los tecnológicos. En la Forward
Campaign de 2012 por primera vez más votantes indecisos tomaron una
decisión de por quién votar basándose en lo que leyeron en las
redes sociales y no en lo que leyeron, vieron o escucharon por los
medios tradicionales. Y esto no tiene más misterio que lo que
vosotros y yo buscamos cuando nos relacionamos: la cercanía, la
fuente de información cercana.
Y esto significa que
tenemos una nueva oportunidad porque no tiene ningún sentido hacer
lo mismo, una y otra vez, utilizando los mismos métodos y mecanismos
y esperar un resultado distinto. Decía Ghandi: Si quieres cambio, cambia tú
primero.