Cuando se
habla de comunicación e imagen pública en política, entre otros
aspectos, solemos pensar en ropa, complementos, peinado, etc... pero
también es necesario aplicar una estrategia similar en lo que a
comunicación sensorial se refiere. En concreto, el aspecto olfativo.
¿Por qué? Porque es el sentido humano que más recuerda. Por lo que
sí, nuestro/a candidato/a está comunicando un mensaje directo al
cerebro de quien tiene delante, y su perfume y aroma es percibido y por
lo tanto, comunica.
Desde
siempre, las formas más directas de distinguirse entre los partidos
políticos, más allá de las ideologías y las corrientes de
pensamientos, han sido sus símbolos, colores o banderas con la tipografía y diseño de sus eslóganes. Ya que los logotipos de sus
mensajes los dotan de una identificación que los hacen únicos e
inigualables. Pero tratando de innovar están la música con himnos
partidarios o la publicidad creativa con eslóganes seductores. Todas
estas formas, formatos y tácticas, van dirigidas directamente a los
sentidos de los ciudadanos. Pero, ¿y el olfato?. Un ejemplo.
El
Partido Socialista Catalán decidió crear su propio aroma en 2008. Para la empresa que la diseñó el perfume “expresa los valores colectivos
que caracterizan al pensamiento de los socialdemócratas”. El
perfumista Toni Alvarez intentó plasmar ideas de “justicia social,
igualdad, progreso y bienestar colectivo" en una fragancia. La
composición del perfume se basa en bergamota de Calabria y unas
notas aromáticas especiadas, pero además contiene pétalos de rosa
que transmiten sentimientos "nobles y puros", así como una
nota de pachuli, que favorece la reflexión, la confianza y el
entendimiento.
Esta “fragancia socialdemócrata” tuvo un importante éxito entre los
grupos parlamentarios catalanes y se transformó en un nuevo e
insólito método que busca capturar una identidad recurriendo a la
vinculación sensorial olfativa de las personas
Pero esto no es nuevo, ya que el mundo empresarial lleva aplicándolo desde hace mucho como técnica y estrategia de venta que consiga conectar con las personas a través de la vinculación desde los sentidos. Por ello, la comunicación sensorial como estrategia en comunicación política es una técnica por explorar y explotar.