Tú sí que sabes hacer una fiesta, Michelle! La primera
dama de Estados Unidos cumple este viernes 17 de enero, 50 años (los 50 son ahora los nuevos 40, don´t worry) y lo
celebrará el día siguiente en la Casa Blanca saltándose el protocolo, sólo como ella sabe, con una fiesta informal, también como ella sabe hacer las fiestas, divertidas. Me han chivado que la
invitación vía correo electrónico ha aumentado la expectación porque en el asunto del email dice Snaks & Sips & Dancing & Dessert (aperitivos, tragos, bailes y postre) y ha dado unos consejos (o instrucciones) a los receptores de dicho email “Trae zapatos cómodos, come antes de
venir y practica tus movimientos de baile”. Oh yeah!
Lo del baile, no nos sorprende! Ya nos lo ha demostrado (dejándonos a más de un@ con la boca abierta, no por el hecho sino por cómo lo hace de bien!!). Pero el contexto es importante ya que estas intervenciones en programas de televisión con sus bailes y canciones de rap, la primera dama de Estados de América, hace suya la lucha contra la obesidad infantil a través de su iniciativa Let’s move (movámonos). Ni que lo digas!. Congrats, Michelle!!
¿Por qué
todo el mundo está obsesionado con el flequillo de Michelle Obama?
¿Por qué, incluso, está obsesionado (el equipo de) su marido?
Aquellas que optamos en otoño de 2012 por ponernos maxi flequillo
nunca pensamos que la Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama,
también había pensado en la misma idea.
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Lo cierto es
que ya hemos visto estos días atrás, que el peinado de la Primera
Dama tuvo su propia parodia en la cena de corresponsales de la Casa Blanca celebrada en Washington en la noche del pasado sábado.
Este “delirio” mediático que ha desatado el maxi flequillo de
Michelle Obama quedó perfectamente maridado con el periodismo y la
política y que cada año pone a Washington en el mapa de las
alfombras rojas made in Hollywood y que se expandió bajo los hashtags #NerdPromy#WHCD.
No ha sido
casualidad que el propio Presidente Barack Obama, durante la cena,
mostrase fotomontajes de cómo sería su vida con flequillo: “para dar aire fresco a mi segundo mandato decidimos echar mano de alguno de los trucos de Michelle”. Pero estas palabras del presidente sólo
han hecho oficial lo que todo el mundo pensaba: el flequillo de
Michelle Obama es el sustituto de los brazos de Michelle Obama.
Pero este
“delirio” de los medios de comunicación, por el flequillo de
Michelle Obama, ya viene de lejos. Todo empezó el pasado 19 de
febrero, cuando cumplia 49 años y lo celebró
inaugurando su cuenta oficial de Twitter: @FLOTUS (acrónimo de First
Lady of The United States). El terremoto mediático comenzó a media
tarde, cuando desde su cuenta se tuiteó una foto de la Primera Dama
con su nuevo peinado. Las redes se volvieron locas, literalmente.
Entre algun@s, la presentadora de Talks
Show (y compi de flexiones de la Primera Dama estadounidense en la televisión),
Ellen DeGeneres, quien intercambió tuits con @FLOTUS al respecto.
Pocas horas
después, el Presidente Barack Obama, declaró ante la prensa lo encantado que estaba con el peinado de su mujer. La Primera Dama
bromeó sobre el tema y lo atribuyó a una crisis de edad. Pero los
analistas ya interpretábamos su maxi flequillo como un movimiento
crucial de nuevo rumbo y visión, realizado tres días antes de que
el presidente tomase posesión de su segundo mandato. Si yo misma lo hice para entrar con “buen pie” o “nuevo pie” en los 26, ¿por
qué ella no pensó algo así sólo que con el mandato de su marido?
Lo obvio es
que no es un flequillo cualquiera sino el flequillo de una mujer que
cuenta con una aprobación del 73% entre los estadounidenses (supera
en un 20% a su marido) y que pese a su potente currículum realiza
básicamente actividades que se esperan de una Primera dama (la lucha
contra la obesidad infantil o las ayudas a las familias de los militares ex combatientes).
El "aire
fresco" que el presidente destacó desde el primer momento sobre
el flequillo de Michelle no es baladí. Ya lo resumió el Washington Post, a propósito de la obsesión por Michelle entre los
estadounidenses: "Temiendo que la Casa Blanca haya cambiado a su
marido, necesitamos saber que todo esto no le ha cambiado a ella.
Esta situación obliga a Michelle Obama a cargar con el peso de lo
que Barack Obama fue alguna vez, así como con el de sus propios
fallos. A donde no llega POTUS (el acrónimo del Presidente de los
Estados Unidos en inglés), se espera que Michelle recomponga
rápidamente sus pedazos".
Creo que tod@s pensamos lo mismo. Nunca unos
mechones de pelo habían sido tan efectivos en comunicación
política. Eso sí, siempre con estrategia, como debe de ser.