Presentación dentro del II Seminario ACOP Andalucía. Sevilla Universidad Pablo Olavide Viernes 2 de octubre de 2015
miércoles, 14 de octubre de 2015
martes, 13 de octubre de 2015
miércoles, 16 de septiembre de 2015
Hazle hueco en la agenda al II Seminario ACOP Andalucía "¿Comunica bien tu gobierno?"
Agradezco a ACOP
Andalucía que me invite como ponente a su segundo seminario sobre comunicación
institucional bajo el título ‘¿Comunica bien tu
gobierno?’. La cita se celebrará en la Universidad Pablo de
Olavide de Sevilla donde se darán citan expertos de comunicación
política y consultores de diferentes entidades.
Programa
09.30
horas: Inauguración
Manuel
Torres, responsable del Área de Ciencia Política y de la
Administración de la UPO y Juan Carlos Calderón, coordinador ACOP
Andalucía
09.45 horas:
Planificar y gestionar la Comunicación Pública para tejer puentes
para la ciudadanía
Responsable
de Comunicación de la Unión Iberoamericana de Municipalistas (UIM).
10.45
horas: Comunicación e Imagen Pública: El medio es el mensaje
María
Vázquez Lorca, Consultora en Comunicación e Imagen Pública
11.45 horas:
Descanso
12.15
horas: El discurso político como arma de construcción masiva
David
Rédoli, presidente de ACOP
13.15
horas: Comunicación de Gobierno:Del #cumPPlimos al
#PPopulistasEs
Elena
Barrios, Consultora de Comunicación
Información
Fecha: 2
octubre
Hora: 9:30h
Lugar:
Universidad Pablo de Olavide, Sevilla
Inscripción
gratuita en acopandalucia@compolitica.com
martes, 1 de septiembre de 2015
Decálogo: diferencias entre un gabinete de prensa y un gabinete de comunicación
Sí, ya han
pasado 100 días. ¿Y ahora qué?. Querid@ polític@, si te
haces esta pregunta, tenlo claro: no. Puedes mirar para muchos lados
buscando el problema, sí claro. Y posiblemente, esté ahí. Sí,
tienes un gabinete con buenos periodistas pero ojo, no es un
gabinete de comunicación. Lo siento, ha pasado el periodo de días
más importante de tu legislatura y no has construido tu imagen de
gobierno, tu legado... Han pasado 100 días y era el único periodo de gracia en el que tus votantes y vecinos han mirado tu ombligo. La atención, a partir de ahora, no está en ti. Así que, ¿adivinas en qué punto estás?
Voy a recordarte un decálogo que quizás te interese:
1. Un
gabinete de prensa es una oficina. Un gabinete de comunicación es
una forma de trabajar.
2. Un
gabinete de prensa está formado por periodistas. Un gabinete de
comunicación, por comunicadores.
3. Un
gabinete de prensa trabaja con notas de prensa. Un gabinete de
comunicación, con estrategias.
4. Un
gabinete de prensa, habla. Un gabinete de comunicación, dialoga.
5. Un
gabinete de prensa trabaja para informar a lo externo. Un gabinete de
comunicación, para comunicar lo interno.
6. Un
gabinete de prensa informa de la imagen de la institución. Un
gabinete de comunicación proyecta la imagen de la institución que
primero ha creado.
7. Un
gabinete de prensa responde a los mensajes. Un gabinete de
comunicación crea mensajes.
8. Un
gabinete de prensa trabaja con hechos pasados. Un gabinete de
comunicación trabaja siempre en tiempo real.
9. Un
gabinete de prensa trabaja con los medios de comunicación. Un
gabinete de comunicación con los ciudadanos, favoreciendo el diálogo
social.
10. Un
gabinete de prensa informa de las crisis de la institución. Un
gabinete de comunicación, las resuelve.
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martes, 14 de abril de 2015
El porqué de que Hillary ahora quiera ser tu amiga en vez de tu madre
“Cada día,
América necesita un defensor, y yo voy a ser ese defensor”, nos
dice Hillary Clinton en el vídeo que ha utilizado para
anunciar su candidatura (de manera oficial).
La vida de
Hillary Clinton ha estado indisolublemente ligada al poder. Primera
dama durante los dos mandatos de su marido, el presidente Bill
Clinton, fue elegida senadora por Nueva York en 2000 y reelegida en
2006. Tras su fracaso ante Barack Obama en las primarias demócratas de
2008, ha sido secretaria de Estado entre 2009 y 2013. Este es a la vez, su fuerza y poder a la hora de presentarse por segunda vez y con 67 años, en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos de América.
Ahora toca corregir errores (fuertes) del pasado:
1. Ser más
humilde y cercana: El cliché de primera dama no le ayuda mucho en
esta tarea, pero el cambio de registro en el estilo y lenguaje, nos
dan pistas de que va a poner todo su empeño. Esta vez sí.
2. Gestión como diplomática: Los republicanos creen que su gestión al frente de la diplomacia estadounidense ha estado marcada por el fracaso: emergencia del estado islámico, guerras civiles en Syria y Ucrania, caos en Yémen o el ataque el consulado norteamericano en Bengasi.
3. Voto
latino: Obama ha reconocido que logró la reelección en 2012
gracias en buena parte a ese 71% de hispanos que lo apoyaron.
Clinton también es consciente de que no podrá cumplir su sueño de
ocupar por derecho propio la Casa Blanca si no logra hacerse con ese
voto latino. Sin duda tendrá que trabajar par explicar muchos de
sus comentarios durante la campaña de 2008 contra las licencias de
conducir (para los indocumentados) y a favor de la seguridad
fronteriza, así como sus comentarios contra los menores no
acompañados de Centroamérica llegados en 2014.
Hoy he releído:
Hillary Clinton ¿por qué ahora sí corren detrás de ella?
domingo, 5 de abril de 2015
Primero, emocionar
“No me
convenza, emocióneme”, repítelo, repíteselo, repitámoslo.
Porque lo sencillo a veces cuesta. Y cuesta mucho. Toni Puig,
quien yo considero el padre de las emociones en la comunicación
municipal, lo dice bien claro en su libro La comunicación
municipal cómplice con los ciudadanos
(PAIDOS, 2003): “En
comunicación lo primero es emocionar y
la comunicación de las organizaciones municipales emociona porque lo
que ofrece es vital para la ciudad y sus ciudadanos. Somos ciudadanos
que nos comunicamos con ciudadanos”.
Sí, es lo difícil. O lo sencillo. Tú político o tu
político, no eres o no es, de otro universo. Eres o es, un
ciudadano. Como quien tienes en frente. Deja de intentar convencerme.
Déjalo. Vamos a hablar, vamos a escucharnos. A partir de ahí,
estaremos comunicando. Eso sí, recuerda: cada día en comunicación
es más importante la manera, la diferencia. El tono, el sello
personal. Nos tienen que recordar, tenemos que impactar en medio del
huracán comunicacional en el que estamos. Tenlo en cuenta. En otras
palabras: cúrratelo. Currémonoslo.
- Ten claro también que tú político o tu político, es una marca. Comunicáis marca. Un país, una comunidad autónoma, unas siglas determinadas.
- Sois una referencia, comunicáis referencia: referentes de ciudad o de país para los ciudadanos.
- Sois una experiencia, comunicáis por tanto una emoción.
Aquí hemos
tocado hueso. Desde lo complejo, desde lo simple, pero siempre nos
movemos en el terreno de las emociones. Trabajamos, tomamos
decisiones, nos enamoramos y odiamos, llevados por lo que sentimos.
Valoramos pros y contras, pero esto es un espejismo. Es un espejismo
desde hace muchos años, desde la historia pasada hasta la reciente.
Los sociólogos lo saben, las marcas lo saben. Y ya es hora de que
seamos conscientes. Ya es hora de vivir con ello y no darle la
espalda. Nos irá mejor en la política, en serio. Por ello, en
comunicación estudiamos este aspecto: el cerebro político que
llamaría Drew Westen, en su genial estudio sobre cómo toman
decisiones políticas los votantes estadounidenses y por ende, cómo
debe de comunicar el partido demócrata para este público y en
consecuencia con ello. La comunicación que no llama la atención, no
funciona. Antes de plantearte que los ciudadanos te entiendan,
preocúpate de que te atiendan. Es lo que te digo si me pides que te
escriba “el mejor discurso del mundo”. Cuando escucho, noto y
percibo demasiado mimo en los mensajes y discursos institucionales de
muchos políticos, lo sé: no han trabajado las dos partes. Creen que
los ciudadanos quizás no les entienden, pero el verdadero problema
está en que no les atienden. Por lo que no hay posibilidad, no hay
opción a llegar al siguiente paso, entenderles. Hay veces que nos
obsesionamos por convencer a toda costa. La obsesión, de cualquier
clase, es mala. No nos deja pensar con perspectiva, ni
estratégicamente, así como tampoco, eficazmente. Se trata de
situaciones en las que nada ni nadie, salen ganando. Los ciudadanos
somos conscientes de que no basta con ser dirigidos u orientados por
otros, que participan mucho, e incluso que se comprometen, que
entienden que el diálogo es mucho mejor que el enfrentamiento, pero
en el otro lado esa regeneración no se ha producido, en el lado de
los políticos siguen sin cambiar mucho las cosas a cómo eran hace
un siglo, con lo que estamos a punto de perder esa evolución de los
modos de la ciudadanía. Es desastroso y contraproducente para todos.
Al final todo se basa en comunicación, en una comunicación real. La
metáfora: la mejor aliada. Es la narración y la metáfora las que
accionan sobre los marcos porque la construcción de los pensamientos
se hace en palabras. Es la lengua, como la que conforma nuestro
sistema de pensamiento. Pensamos en función de cuanto la activación
de los marcos conceptuales se realiza a partir del disparador que
genere la aplicación correcta de determinadas palabras en función
de una historia bien contada, por ejemplo. Una historia contada con
palabras. Las palabras en sí son metáforas. Son marcos
conceptuales. Cajones de significados y significantes instalados en
nuestro cerebro y mente. Cuando pronunciamos una palabra u otra, un
refrente u otro, entonces, nuestra imaginación se abre dando paso a
algo incontrolable, la definición de la realidad de las personas.
Por eso es importante la elección del lenguaje, porque el lenguaje
define la realidad de la persona que tenemos enfrente.
Y ese valor
añadido, esa capacidad arrolladora en comunicación, es esencial a
tener en cuenta. La elección del lenguaje es importante porque el
lenguaje define la realidad de la persona que tenemos enfrente. Todo
forma parte de nuestro discurso, del flirteo, del flechazo con
nuestro interlocutor porque por si no lo sabías, la comunicación es
un juego de seducción y seducimos con el lenguaje ya que nada es
casual y detrás de las palabras, siempre están los gestos. Sabemos
que las palabras nos definen, definen las realidades de las personas,
pero podríamos preguntarnos si la elección de las palabras revela
siempre algún dato de quien las dice. Sí, además, esconde
intenciones y gestos, así como, verdades y también mentiras. Hay
que recordar que no hay palabra sin trampa. Por muy increíble que
sea un discurso, detrás de estas palabras pensadas y elegidas
minuciosamente, puede haber una mentira, una contradicción o una
idea absurda. Esto nos lleva a afirmar que, como siempre, tan
importante es la forma como el fondo, el qué como el cómo. Y,
hablando de fondo, conviene recordar un aspecto importante, aquello
que decimos no vemos, pero sí que transmitimos. Cada vez tenemos más
claro que somos efectivos cuando no son sólo palabras lo que
comunicamos sino que es también acción Saber de sus ventajas, sí,
pero también de sus inconvenientes. Los espacios temporales y de
significados, se sumergen en nuestra experiencia, valores y vivencias
de forma inconsciente. De ahí, la necesidad de escoger las palabras
adecuadas. Las palabras dicen lo que somos, cómo somos, aún sin
pretenderlo. La clave, éxito u objetivo, es elegirlas. Sí, la
elección. Elección de un verbo y no el otro, ya que no es lo mismo
“querer” que “desear”. Tampoco es lo mismo “fracasar” que
“haber perdido”. Así como, no es lo mismo “enseñar” que
“dar a conocer”. Esta elección siempre significa comunicar lo
que se quiere (aunque ya sabemos que una cosa es lo que tú quieres
decir, otra lo que has dicho realmente y otra muy distinta lo que el
receptor de tu mensaje ha entendido), y no es inocente ni casual, ya
que revela aspectos muy importantes de nosotros, algo que queramos o
no, comunicamos inconscientemente. Así que utilizar frases
interminables en lugar de un estilo más sencillo, es elegir qué
comunicar. Un tic a destiempo, un ceño fruncido, unas manos
agarrotadas... la gestualidad o comunicación no verbal, siempre es
reveladora. Un ejercicio muy ilustrativo a este respecto es ver en la
tele, una comparecencia pública, sin sonido y analizar ¿cuánto y
cuándo? recibimos información sin apenas ser conscientes.
Percibiendo numerosos detalles que comunican. Y de la misma manera
que puede ser una comparecencia pública, podemos hacerlo con
nosotros mismos. Grabémonos y veamos si decimos lo mismo, nos
creemos que comunicamos el mismo mensaje, sin volumen que con volumen
en el visionado. Advierto que puede ser terrorífico descubrir
aspectos que no sabíamos que teníamos al comunicar, al hacerlo día
a día. La política no es otra cosa que seducción.
Por lo tanto,
hablemos de relato, de storytelling. Comuniquemos eficazmente nuestro
relato para poder conectar emociones en política. Los análisis y
las previsiones o balances partidistas causan un cuestionamiento
permanente de todo lo que dicen o hacen los políticos, y sólo el
recurso al relato, al storytelling, permite abrir un resquicio en los
mecanismos de autodefensa de los ciudadanos. ¿Qué es Storytelling?
Como afirma Antonio Núñez, hay que tener muy claro que el relato no
es el “lacito mono” que se pone al final de un discurso. “Es
algo que debe trabajarse y que debe contener una secuencia de
acontecimientos, conflicto, emociones, sensaciones, verdad y sentido,
además de la estructura secuencial de un relato, como decimos,
principio, desarrollo y desenlace”. Por lo tanto, un buen relato
debe poder percibirse con nuestros cinco sentidos, ya que, aunque no
seamos del todo conscientes, las palabras poseen su propia melodía,
aroma, sabor, poseen tacto y color y con ellas, como imprescindibles
herramientas, debemos lograr una buena combinación de sensaciones.
Con las palabras definimos la realidad de los demás. Por ello, es
muy importante controlar el timing de un relato y saber organizar las
emociones positivas y negativas que se van a producir. Toda buena
comunicación es emocionante, de alto voltaje, un chispazo a lo
sensible, a la piel de los ciudadanos. Si hay algo que puede dar un
valor diferencial en política es saber apostar por el storytelling
personal de nuestro candidato/a, o lo que es lo mismo, ser capaz de
dar respuesta mediante relatos a preguntas como quién soy yo y para
qué estoy aquí. Como decíamos, desde los primeros tiempos hasta
ahora, hay historias que aportar, personas que admirar, personas con
algo que contar, y es labor de la comunicación utilizar las
herramientas adecuadas para crear relatos de acción. Relatos que
cambien nuestro mundo, siempre a mejor. Que modifique nuestra forma
de pensar, siempre siendo positivo para la comunidad a la que
pertenecemos. Relatos que den voz a los que no la suelen tener. Mi
relato es tuyo, es de nosotros. Es común. Es un proyecto compartido.
Es el momento. Hagámoslo realidad. Woody Allen lo tiene claro: “las
cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas”.
Del decirlo al hacerlo puede que no haya mucho...o sí. Lo que es
evidente es que cada vez estamos teniendo más claro que somos
efectivos cuando no son sólo palabras lo que comunicamos sino que es
también acción. Una acción común, gestos reales, una historia y
relatos protagonizados por ti, pero también por tu público. Es
decir, comparte protagonismo. O más aún, invita a compartirlo.
“Seamos parte de esta historia. Vamos a conseguirlo, juntos”. Sin
colaboración, parte común de las cosas, no habrá relato
compartido.
Y eso es lo que define a los grandes nombres de la
historia que conocemos y vivimos cada día, los hacedores de
historias. No de historias de ficción, sino de historias que crean
historia. Toda buena comunicación es emocionante. Hoy los ciudadanos
queremos primero ser emocionados. Después llega la razón o la
comprensión. Pero recuerda que nuestros vecinos no son clientes,
sino socios. Por lo tanto, tenemos una relación. Cuéntame tu
historia, pero que no me convenza sino que me emocione. Un objetivo
común: un país, una ciudad mejor. Por ello, cada comunicación debe
recordar rotundamente que:
• Tenemos
una íntima relación: nos conocemos, compartimos este proyecto.
• Recorremos
juntos un largo camino: el de mejorar el país, la ciudad,
constantemente.
• Establecemos
vínculos afectivos: un país mejor, una ciudad mejor. Porque una
ciudadanía con vidas plenas, no se construye ni mantiene sólo desde
la razón. Se necesitan grandes dosis enormes de afecto. La ventaja
es que la comunicación lo facilita y acrecienta enormemente. Bien.
• Cada
vecino, cada ciudadano, es un colega profesional: alguien
indispensable para el país compartido y que queremos, para la ciudad
compartida y que queremos.
• Cada
vecino, cada ciudadano, es nuestra marca. Desde donde parte nuestra
reputación como país, como ciudad. Por lo tanto, son líderes de
opinión, experimentando, sintiendo, observando, analizando y
evaluando. Entonces, sus orejas y su boca son nuestras orejas y
nuestra boca.
Cuéntame tu
historia. Todo el mundo tiene una historia. Pero no todo el mundo
sabe contarla. También es verdad que no todo el mundo sabe que la
tiene. Pero aunque parezca mentira, no se trata de algo pasado, sino
de plantear un relato de futuro. Ese eres tú, quieres ayudar a los
demás siendo quien eres y como eres, se trata de una historia común.
Coprotagonizada, que ayuda a los demás a cambiar su propia historia
y le da voz a quienes no la suelen tener. Recuerda que tú no eres el
protagonista, sino el colaborador, quien ayuda. Por lo tanto, la
participación se hace mucho más que imprescindible o deseable. Sin
colaboración, no hay comunicación.
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domingo, 1 de febrero de 2015
Je suis Michelle Obama 💪
Le retiran el saludo y le excluyen de la agenda durante la visita. "Si es un deber respetar los derechos de los demás, es también un deber mantener los propios"
Herbert Spencer
miércoles, 7 de enero de 2015
Ha pasado el momento de convencer
No me creo,
es más estoy dispuesta a no consentirlo, que la política no
importa a los ciudadanos. Trabajo y pongo todas mis energías, en
reconciliar a ambas partes. En que se entiendan, se relacionen y se
impliquen. Como una pareja; sin confianza de las ambas partes, sin
proyecto común, es imposible avanzar. Imposible seguir.
En Europa
estamos (mal)acostumbrados a hacer construir mensajes políticos de
números, de datos puros y duros, y esto es, créanme, agotador,
además de inútil. Relatos numéricos, mensajes sin alma.
Política sin personas. ¿Política de personas pero sin personas?
Ilógico. Por lo que admitámoslo, ha pasado el momento de
convencer y ha llegado la hora de emocionar. No es que nuestro relato
no sea bueno, es que no es el mejor en contexto, perspectiva y
construcción. Hoy, el mejor y el más rápido relato, gana. El
que se entiende, emociona, y luego convence cierto, pero antes
tendrá que emocionarnos. Da igual el papel, la explicación, la
lógica. Emocionen. Parece, y la experiencia nos los dice, que no
hay otra manera de provocar la acción. Y aquí se trata
precisamente de eso, de acción. Ciudadanía activa, electorado
activo y comunicación activa con política viva. Todo muy vivo y
coleando.
Antes de
plantearte que los ciudadanos te entiendan, preocúpate de que te
atiendan
Es lo que te
digo si me pides que te escriba "el mejor discurso del mundo".
Cuando escucho, noto y percibo demasiado "mimo" en los
mensajes y discursos institucionales de muchos políticos, lo sé:
no han trabajado las dos partes. Creen que los ciudadanos quizás no
les entienden, pero el verdadero problema está en que no les
ATIENDEN. Por lo que no hay posibilidad, no hay opción a llegar al
siguiente paso, entenderles.
Pero sí,
puedes leer el mejor discurso del mundo, en serio el mejor, pero si
no consigues enganchar, eso que llaman ahora engagement, pero que es
pura conexión, puro don de gente, pura empatía; mejor que no
pierdas tu tiempo. No conseguirás pasar de un titular digital, de
una cuña de radio, de un destacado en prensa o de una pieza de
televisión.
El primer
paso es ser consciente que yo político, yo portavoz, yo que hablo,
soy un ciudadano. Nunca hay que olvidar esta condición. Nunca hay
que olvidar la condición de ciudadano. Algo que parece que es lo
primero que se deja de recordar, y ejercer un profundo respeto hacia
las ideas y los modelos distintos a los propios, porque hay que ser
capaz de defender tu propuesta, sin necesidad de demonizar al
adversario. El "y tú más" ya no está de rebajas,
ahora comprarlo sale caro. Los consultores, aquellos profesionales
que estamos situados entre los ciudadanos y los políticos, y
trabajamos para mejorar esta relación a través de la confianza,
credibilidad y liderazgo, asistimos cada día a una situación así
como “Políticos versus Ciudadanos”, donde los primeros, que
obviamente tienen mucho más poder, por lo menos los poderes del
Estado, hacen y deshacen a su antojo, muchas veces con el único fin
de perpetuarse, con lo que la reacción del “otro lado”, la de
la ciudadanía, o de alguna parte de los ciudadanos, se convierte
también, en ocasiones, en actuaciones desmedidas, donde
“escrachar”, “robar” o “avasallar” son mecanismo
habituales, y que desde luego, también perjudican gravemente al
sistema democrático.
Los
ciudadanos somos conscientes de que no basta con ser dirigidos u
orientados por otros, que participan mucho, e incluso que se
comprometen, que entienden que el dialogo es mucho mejor que el
enfrentamiento, pero en el otro lado esa regeneración no se ha
producido, en el lado de los políticos siguen sin cambiar mucho las
cosas a cómo eran hace un siglo, con lo que estamos a punto de
perder esa evolución
de los modos
de la ciudadanía. Es desastroso, y desde luego contraproducente
para todos. Al final todo se basa en comunicación, en una
comunicación real.
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