QUIZÁS ninguno de nosotros logremos entender el verdadero alcance de lo que esta pasando en el mundo. Estos días se escribe los nuevos capítulos de la historia contemporánea. La nuestra. La que vivimos en directo, porque las revoluciones en el mundo islámico, desde Túnez y Egipto hasta Yemen, y ahora con mas intensidad en Libia, forman parte de este mundo que habitamos.
Europa obedece a Estados Unidos a pies juntillas y este, a quien tenga el mando de las riquezas energéticas. Pero esa ecuación encuentra limitaciones ahora. Queda demostrado que el pueblo ya no obedece como antes. Ya no calla y es capaz, con múltiples herramientas entre ellas su voz, de hacer caer a un régimen autoritario con décadas de poder absoluto a sus espaldas. El derrocamiento y la derrota de un dictador por parte de su pueblo humillado es buena noticia, pero ver cómo se aferra a la silla ilegítimamente conseguida, es patético. Si a ello se une una actitud ridícula, en todo aspecto que se quiera analizar, la situación se agrava. Ben Alí en Túnez después de 25 años. Mubarak en Egipto tras 29 años. Las piezas del dominó se derrumban. Gadafi en Libia es uno de los más veteranos, 41 años oprimiendo y aún le queda fuerzas. Esta tarde ha lanzado un llamamiento a la población para «salir a las calles y arrestar a las ratas», en alusión a los rebeldes que se han manifestado en contra de su régimen en los últimos días. Y ha prometido «limpiar Libia casa por casa» a menos que los manifestantes se rindanEn un momento de su discurso, Gadafi ha sacado un libro con las tapas verdes y, abriéndolo, ha proclamado: «Bajo la ley libia, los que protestan merecen la pena de muerte». También, ha añadido que no tiene "nada en contra de que el pueblo haga una nueva Constitución y nuevas leyes, y afirma que mañana, si así se desea, puede nacer una nueva Yamahiriya (República) en el país. Los libios son libres porque el poder está en manos del pueblo", aseveró exaltado.
La puesta en escena
Gadafi durante su discurso a la nación. Reuters |
La puesta en escena
Ha elegido el vestido tradicional libio, pero en marrón, como le suele gustar, en vez de blanco, como marca la tradición. No se ha decantado por el uniforme militar, sino por una prenda que busca identificarse con todos los libios.
Gadafi lee puntos de El Libro verde. Reuters |
El apoyo de la Ley. El presidente libio se ha puesto a leer en varios momentos el código penal y el Libro Verde, para amenazar con la pena de muerte a los manifestantes, en un claro signo de autoridad y apoyo al discurso
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