domingo, 13 de mayo de 2012

Sinceridad en comunicación política


Te digo que podemos hablar de muchas cosas pero hablemos de comunicación política. A menudo se olvida que la esencia está en la primera parte del término (comunicación). Por eso cuando a un político o a una empresa se le aconseja transparencia, sinceridad, capacidad de escucha, empatía, responsabilidad… no hacemos sino enumerar de forma gráfica algunos de los principales atributos de la comunicación que sirven o deberían servir tanto a un Presidente de Gobierno como a una persona anónima en sus relaciones personales.

Le Monde


Las discrepancias comienzan cuando fruto de un comportamiento público (ya sea en el ámbito de la política, de la empresa o en una cena de dos) se adoptan conductas que contradicen no sólo una buena práctica comunicativa sino la propia esencia del comportamiento de esta persona.

Exigir a un político honestidad es una condición sin la cual difícilmente se puede ejercer la responsabilidad publica. El problema es que nos hemos acostumbrado a conductas ajenas a esta lógica (de hecho, algunas no tienen ninguna) y nos vemos casi empujados a categorizar, delimitar, marcar y aconsejar comportamientos que en determinados ámbitos, como en la política, deberían ser naturales, consustanciales al candidato. Lo que verdaderamente proyectamos.

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