martes, 26 de marzo de 2013

¿Cómo ha cambiado internet la forma de comunicar nuestro relato?


Cuenta Antonio Núñez en su libro “Será mejor que lo cuentes” que un relato no es una anécdota, un chiste recreativo o una mera leyenda. “Un relato es una herramienta de comunicación estructurada en una secuencia de acontecimientos que apelan a nuestros sentidos y emociones. Al exponer un conflicto, revela una verdad que aporta sentido a nuestras vidas”.

Se trata de comunicar tu visión¿E internet 2.0? ¿Ha cambiado nuestra forma de construir y comunicar nuestro relato político?

Es una obviedad que la aparición de Internet 2.0 y el crecimiento exponencial de nuevos emisores, medios y mensajes ha creado un ciudadano saturado ante la nueva avalancha de información. Según el barómetro internacional Edelman de Confianza, los ciudadanos desconfían cada vez más de las instituciones y medios de comunicación tradicionales para en cambio, depositar su confianza en las personas cercanas a sus redes sociales. Ahí es donde surge la oportunidad para reconsiderar la eficacia de la comunicación política y relato 2.0. Barack Obama acaba de crear una microsite donde inmigrantes residentes en Estados Unidos narran su relato vital y personal.


Este tipo de información y comunicación que no se encuentra presente en los medios masivos, nos ofrece tres nuevas ventajas que multiplican su eficacia en este nuevo escenario comunicativo. La primera, gracias al mencionado desplazamiento de la confianza en los medios de comunicación tradicionales, nuestra red de colaboradores en internet, clientes y stakeholders cuenta con más credibilidad que ningún otro emisor, medio o soporte para hablar de nosotros o difundir nuestro mensaje. En segundo lugar, nuestra red de colaboradores tiene mucha mayor capacidad de impacto numérico que nunca, gracias a la capacidad de difusión y la libertad que aportan las nuevas tecnologías de comunicación de Internet 2.0. Por último, gracias a la profesionalización del storytelling podemos lograr que los relatos personales sean coherentes y refuercen nuestro relato institucional y político.
Y no sólo de Barack Obama y política vive el hombre. El FC Barcelona ha narrado entorno a la figura de Tito Vilanova y su lucha contra el cáncer, un relato de superación y fuerza colectiva que traspasa la frontera del deporte. Éste video realizado por el club, es el mejor ejemplo de relato grupal. "Tu lucha es nuestra fuerza".



Es la fuerza del relato, un revulsivo para la cultura grupal porque una comunidad con relatos compartidos aumenta sus probabilidades de vivir y trabajar con un objetivo común. Son los llamados relatos personales, y gracias al storytelling tenemos la oportunidad de sistematizarlos.

Estos son los cuatro relatos que todos debemos poder narrar:

1. ¿Quién soy yo?
2. ¿Para qué estoy aquí?
3. Un relato visionario
4. Los valores en acción

lunes, 11 de marzo de 2013

Transparencia política


Me sorprende leer noticias como éstas. Y me sorprenden no por el hecho en sí sino por la poca o casi nula, visión y perspectiva de los hechos por parte de quienes hoy en día prohíben a los ciudadanos informar, grabar o reproducir lo que para ellos es realmente importante, políticas y decisiones que les afectan. El contacto directo en política es hoy no sólo imprescindible sino inevitable. A quienes prohíben hoy en día que los ciudadanos informen, graben o reproduzcan plenos tienen que saber que hoy jugamos en un nuevo terreno de juego, el de la transparencia y la participación. Porque...:

  • Los ciudadanos reclaman hoy acceso directo, sencillo e inmediato a sus alcaldes y representantes públicos porque el diálogo es consustancial a la democracia y las redes sociales son una de las herramientas democráticas más útiles para ejercitarlo y la política 2.0 es precisamente la herramienta que permite dar respuesta a esta demanda democrática.
  • El uso de internet y las redes sociales ha conducido a un cambio radical en la relación de los políticos con la ciudadanía, permitiendo a través del gobierno electrónico o la administración digital, ofrecer a los administrados una vía de resolución rápida y eficaz de sus gestiones burocráticas, así como mejorar la representación, la transparencia y la rendición de cuentas ante los ciudadanos.

  • La política 2.0 ofrece algo que resulta definitivamente distinto: la interacción y la bidireccionalidad. Los ciudadanos escuchan, hablan, opinan y participan en tiempo real, permitiendo de una forma sencilla y directa, que cualquiera pueda dirigirse a sus representantes.

Los partidos políticos y los gobiernos e instituciones no pueden seguir haciendo comunicación política como hace siete años (ni siquiera como hace cuatro), entre otras cosas, porque la forma de interactuar y comunicarnos, ha cambiado. Política 2.0, Gobierno Abierto, … sinónimos de una realidad en marcha porque los partidos son conscientes de los cada vez más altos niveles de abstención electoral. De la misma forma son conscientes, como indicaba la última encuesta del CIS sobre intención de voto y el ejemplo de las últimas elecciones en Grecia, que los partidos políticos mayoritarios y tradicionales están en claro declive, con un aumento considerable de los partidos políticos minoritarios, incluso de la creación de nuevos partidos con una alto seguimiento ciudadano.

Es decir, nuestros políticos sienten la desafección hacia ellos y de la pérdida de credibilidad que existe (y que sigue creciendo) hacía su profesión y la escucha de los políticos a los ciudadanos es una herramienta para mejorar la credibilidad con los electores. A los cargos públicos que prohíben compartir información, no creen en la democracia, en la comunicación, ni en diálogo. Y es el diálogo, la comunicación bidireccional, el nuevo escenario. Un escenario donde la fuerza de la opinión colectiva es inevitable.



En resumen, una institución abierta a la sociedad, en el siglo XXI, tiene dos retos: transparencia y participación. Lo contrario, y además con prohibiciones, tiene mucho de dictadura y poco de democracia. 

martes, 5 de marzo de 2013

Nuevas formas de comunicar para nuevos tiempos en política

Las circunstancias nos están marcando, y por fin nos ha hecho dar cuenta, de la importancia que tiene saber comunicar, entrenarse para cada comparecencia pública y ser conscientes de la fuerza y peso de cada palabra, dentro de los partidos políticos.
Pero, esto es un secreto oculto, especialmente en estructuras de organizaciones políticas partidarias con tradiciones jerárquicas verticales donde cuesta sudor y lágrimas (sobre todo lo último) que se establezca una lógica horizontal con redes que reflejen la nueva dinámica comunicacional. Una dinámica que ya ha llegado. Entonces ¿tienen miedo nuestros partidos políticos a contratar consultores en comunicación formados e independientes?. A continuación pretendo dar algunas razones por las que deberían alejarse de ese miedo.
Creo que coincidimos quienes nos dedicamos al estudio de la comunicación política y al de las campañas electorales, en que lo primero no se dedica exclusivamente a lo segundo, a las campañas electorales. Por lo que siento decirle, candidato/a, que unas elecciones no se ganan en 15 días de campaña. Hoy, ayer y mañana, fueron, son y serán importantes. Se trata del concepto de “Campaña Permanente” (que no significa estar permanentemente en campaña).

Hoy, tener claro el mensaje y dominar las técnicas de impacto y difusión son ventajas competitivas que no nos podemos permitir infravalorar por diferentes razones. En primer lugar, por la saturación de información. Por la diversidad de vías de transmisión y la rapidez con la que cambian. Por la falta de credibilidad que tiene la clase política. Porque los públicos objetivos son cada vez más cultos, más críticos y también más escépticos ante cualquier promesa.

Por estos motivos hacen falta expertos en la materia, hacen falta conocimientos externos de la dinámica de partido. Y es necesaria, muy a menudo, una cierta desimplicación ideológica para ver las cosas con perspectiva. En decir, consultores externos. Porque hoy es necesario profesionalizar el asesoramiento en comunicación y en estrategia política. Y hay que confiar a expertos el aprendizaje de técnicas de comunicación pública y política, igual que lo aplica desde hace décadas la empresa privada para sus profesionales cuando hace falta formación y somos conscientes de ello. En el caso siguiente, muy de actualidad, coincido con casi todos los colegas con lo que he hablado (tuiteado) en las últimas horas de que hay que ser conscientes de la falta de formación en habilidades comunicativas a la hora de una intervención pública, y atajarlo.

*Fuente video: Youtube 

Hoy, debemos:
- Dominar el lenguaje político: Las palabras dicen lo que somos, cómo somos, aún sin pretenderlo. La clave, éxito u objetivo, es elegirlas. Esta elección siempre significa comunicar lo que se quiere (aunque ya sabemos que una cosa es lo que usted quiere decir, otra lo que usted ha dicho realmente y otra muy distinta lo que su público ha entendido), y no es inocente ni casual, revela aspectos muy importantes de nosotros, algo que queramos o no, comunicamos inconscientemente. Así que utilizar frases interminables en lugar de un estilo más sencillo, es elegir qué queremos comunicar. Todo forma parte de nuestro discurso, del flirteo, del flechazo con nuestro interlocutor porque por si no lo sabías, la comunicación es un juego de seducción y seducimos con el lenguaje ya que nada es casual y porque detrás de las palabras, siempre están los gestos.
- El código de los colores, la gramática del gesto, el poder de la voz y todas las técnicas de persuasión que harán que nos escuchen y, sobre todo, nos harán diferentes y auténticos, dos de los atributos imprescindibles para seducir. 
- Hoy, tenemos la obligación de desarrollar las habilidades de las personas y representantes públicos mediante entrenamientos rigurosos y eficaces en comunicación. 
- Planificar la comunicación personal de cada candidato y de cada personaje público, para adecuarla al contexto y objetivos marcados. No es simple liderazgo sino una forma, personal y inigualable, de liderar. Y eso no se consigue con miedo.
Otra certeza es que la capacidad de comunicación personal es lo que nos permite llegar a los demás, mucho más allá de los argumentos racionales. Nos permite llegar con las emociones. Y esto es lo que de verdad inspira confianza, tiene credibilidad, motiva, anima, influye y moviliza. No hay comunicación neutra, de la misma manera que no se puede no comunicar. Si partimos de estas leyes tan elementales, es mucho más claro tener presente que el control sobre el mensaje que emitimos y dominar la forma de transmitirlo, son habilidades esenciales para liderar. Y sin liderazgo no existe credibilidad. Y sin credibilidad, no generas confianza. Y sin confianza ¿qué queda?.


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