martes, 28 de mayo de 2013

Porqué en comunicación política decimos sí a un cameo

Da igual si el objetivo de los líderes políticos es aparecer en series o videoclips de forma altruista. O si lo hacen por intentar obtener cierto rédito político cuando los procesos electorales están cerca pero lo cierto es que muchos lo hacen (posiblemente) por amor al (séptimo) arte. ¡Pero no todos!


El dirigente político sabe que para convencer tiene que desplegar una acertada e impecable técnica discursiva que ha de cimentarse en una adecuada puesta en escena en la que el lenguaje no verbal (y especialmente gestual) es crucial en la consecución del éxito y la eficacia comunicativa. Por lo que la presencia del político en nuestro salón a través de series de televisión, pretende como objetivo la humanización del candidato lo que a su vez permite a estos políticos aparecer como "tipos" más cercanos, "tipos" más divertidos y "tipos" extrovertidos, y con menos encorsetamiento como la que podemos ver durante discursos o ruedas de prensa. Por lo que sí, es un aspecto muy a tener en cuenta.

The Guardian
Y en una de esas andaba hace unas semanas el primer ministro británico, David Cameron. Y es que se propuso ser el sexto integrante del grupo One direction por una buena causa: ayudar a quienes menos tienen en África. El Primer Ministro británico participará en el videoclip del clásico One way or another, de Blondie. 

Y es que a pesar de que el líder del Partido Conservador británico suele ser reservado, se ha prestado divertido a la grabación de la cinta. De hecho, no dudó en tuitear una foto con los miembros del grupo en la puerta de Downing Street.




Bloomberg y la HBO


HBO


Más de un@ hubiésemos matado por hacer un cameo en cualquiera de los capítulos de Curb your Enthusiasm (del canal HBO). Pero al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, no le hizo falta sacar la pistola. Y sabía a lo que iba. Michael J. Fox pretendía recaudar fondos para el Parkinson que padece. Y allí estuvo Bloomberg para ¿solucionarlo?


Un vice de Estados Unidos en la NBC


Me lo pasé muy bien haciéndolo; toda mi familia es fan de la serie”. Así terció el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras hacer una aparición estelar en Parks and recreation, de la cadena NBC. Y su papel era, a parte de hacer de sí mismo, ser un sex symbol. Lo curioso de este cameo es que se mantuvo en secreto durante la campaña electoral. De hecho, según The New York Times, si los republicanos hubiesen ganados las elecciones, la cadena hubiera sondeado a su candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan. De hecho, la actriz protagonista, Amy Poehler, aseguró que Biden “es un gran improvisador”. 

NBC


El actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también hizo su incursión en la televisión. Lo hizo en 1999, cuando era ministro de Educación y Cultura. Su papel era ...




jueves, 16 de mayo de 2013

A mi también me gustaría ver a Mariano Rajoy por una vez con la camisa remangada





He escuchado a Manuel Campo Vidal decir que no es fácil reunir un plantel de comunicadores desafortunados tan nutrido como el que exhibe el Gobierno. Se refería a los ministros y portavoces del Gobierno de Mariano Rajoy, más concretamente a Cristóbal Montoro y Luis de Guindos.

Cada vez resulta más evidente (y Mariano Rajoy lo está aprendiendo a base de sudor y lágrimas) que gobernar es, ante todo, comunicar.

A un año y medio de gobierno, poco a poco, Mariano Rajoy, ha ido ideando un espacio comunicativo de crisis y dificultades. Altibajos temporales de unas horas en los que, Mariano Rajoy ya no promete acabar con el paro, ni tampoco salir de forma inmediata de la crisis económica, financiera y social que nos atraviesa. “No hay varitas mágicas para salir de la crisis”, nos dice de vez en cuando. “Es verdad que las medidas que estamos tomando hacen daño a la gente, a mucha gente. Son difíciles de explicar, son difíciles de comprender. Yo soy absolutamente consciente de eso y lo somos todos en el Gobierno. Pero son absolutamente imprescindibles. Créame, que si no, no las tomaríamos”, es un ejemplo de Comunicación Política del jefe del Ejecutivo siendo a la vez comunicativamente ausente.

Situación extraña, insostenible, ciertamente. El Gobierno está desarrollando una estrategia de comunicación de sus decisiones más importantes, y asimismo, las más duras en repercusión social, basada en la ambigüedad o en restar importancia a los propios anuncios. Un buen ejemplo de ello es la confusión que generó Luis de Guindos al comunicar la subida del IVA que se produciría en 2013. Hasta tal punto, que no pronunció la palabra“IVA” y que los periodistas tuvieron que preguntarle después para confirmar si lo que habían escuchado correspondía a un aumento de este impuesto.

En el fondo, la cuestión, planteada en el ámbito de la comunicación política no es el lograr una comunicación libre de distorsiones y coacciones, sino el transformar el poder social en poder comunicativo y el poder comunicativo en poder político. Si el gobierno asumiera este reto, se ubicará en un nicho, que por ahora está casi vacío.

Por lo que, casi tod@s coincidimos en que éstos son los diez errores en comunicación del Gobierno de Mariano Rajoy. Diez errores que como decimos, no le hacen quitarse la chaqueta, remangarse la camisa en ningún momento.

  • No tiene una estrategia a largo plazo: Todos coincidimos en que se está actuando a corto plazo e improvisando. Una antiestrategia, con mensajes cruzados y que son fruto de la descoordinación ya que es evidente que no existe coordinación interministerial y de éstos con Moncloa ni, sobre todo, coherencia en las medidas y eso provoca en el elector una confusión que difícilmente se puede invertir.

  • Falta explicación, falta comunicación: Sólo él puede rellenar los huecos y debe comparecer inmediatamente ante los medios de comunicación (en múltiples formatos: rueda de prensa, entrevistas, coloquios con periodistas…) y no huir de ellos, lanzando su mensaje de responsabilidad ante una situación tan grave. Cada día que pasa sin hacerlo es una grieta más en su credibilidad, en nuestra confianza hacia él.

  • No hay concreción, sino confusión: De todas las medidas que se han insinuado en lo que va de legislatura, la mayoría siguen en el aire sin detallarse. Como la anunciada, tres veces, ley de apoyo a emprendedores o una posible subida fiscal a las rentas altas. Todas estas recetas sobrevuelan la opinión pública, hacen mucho ruido y crean confusión. Algo peligroso cuando España está en el ojo del huracán.

  • El presidente no ha dado la cara: Este presidente ha seguido la fórmula de la avestruz y, en lugar de afrontar la situación, ha escondido la cabeza. Desde Moncloa se cree que en este momento de debilidad extrema de la figura del presidente hay que blindarla, sacarle de los medios, protegerle. Sin embargo, no hay peor decisión que esa en estos momentos.

  • Delegar explicaciones en la Vicepresidente Soraya Sáez de Santamaría: Hay situaciones tan importantes en las que no hay vicepresidentes que valgan: los ciudadanos necesitan escuchar a su presidente, con la camisa remangada, explicando una a una las medidas. Además, ministros como Cristóbal Montoro o Luis de Guindos no perciben la importancia de la opinión pública, son burócratas, con mucha voluntad pero nada más y no se plantean cómo va a recibir la gente las noticias, o lo que es lo mismo, no entienden de comunicación (ni quieren).


  • Brusquedad: Los recortes generan un gran desconcierto porque irrumpen en el corazón de la opinión pública como un elefante en una habitación. Por este motivo, cuando los bancos centrales van a subir o bajar los tipos de interés se despliega meses antes una estrategia dirigida a informar de esta posibilidad y así reenfocar la situación.


  • Fatídica puesta en escena: Un presidente, una imagen, en parte fuera de sí, lo contrario a una imagen de un capitán de barco que sabe dónde nos lleva.


  • Falta de estrategia de comunicación de crisis: Mariano Rajoy ha debido y debe de tomarse más en serio la comunicación que en época de crisis es especialmente importante y diferente de cuando todo va bien. El presidente se ha dado cuenta de todo esto tarde y cuando empieza la cosa a pudrirse es muy complicado recomponerlo. El liderazgo se confirma en épocas difíciles y no en bonanza.

  • Mariano Rajoy asociado a mensajes negativos: En los últimos meses y tras estos acontecimientos, el nombre del presidente se ha centrado en los mensaje negativos, como ya ocurrió en la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.

  • Imagen constante de incertidumbre (Dar la sensación constante de pérdida de control de la situación): Los expertos consideran que el resultado de todos estos errores de comunicación es que en la opinión pública ha calado la sensación de que el Gobierno no controla la situación. Y, esa incertidumbre, además de pasarle factura electoralmente, tiene mucho impacto en el futuro de la economía española. Por lo que esta política de comunicación, tan caótica, está poniendo en peligro la credibilidad de España como país. 

miércoles, 1 de mayo de 2013

Nuestra obsesión por el flequillo (de Michelle Obama)


¿Por qué todo el mundo está obsesionado con el flequillo de Michelle Obama? ¿Por qué, incluso, está obsesionado (el equipo de) su marido? Aquellas que optamos en otoño de 2012 por ponernos maxi flequillo nunca pensamos que la Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, también había pensado en la misma idea.

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Lo cierto es que ya hemos visto estos días atrás, que el peinado de la Primera Dama tuvo su propia parodia en la cena de corresponsales de la Casa Blanca celebrada en Washington en la noche del pasado sábado. Este “delirio” mediático que ha desatado el maxi flequillo de Michelle Obama quedó perfectamente maridado con el periodismo y la política y que cada año pone a Washington en el mapa de las alfombras rojas made in Hollywood y que se expandió bajo los hashtags #NerdProm y #WHCD.


No ha sido casualidad que el propio Presidente Barack Obama, durante la cena, mostrase fotomontajes de cómo sería su vida con flequillo: “para dar aire fresco a mi segundo mandato decidimos echar mano de alguno de los trucos de Michelle”. Pero estas palabras del presidente sólo han hecho oficial lo que todo el mundo pensaba: el flequillo de Michelle Obama es el sustituto de los brazos de Michelle Obama.




Pero este “delirio” de los medios de comunicación, por el flequillo de Michelle Obama, ya viene de lejos. Todo empezó el pasado 19 de febrero, cuando cumplia 49 años y lo celebró inaugurando su cuenta oficial de Twitter: @FLOTUS (acrónimo de First Lady of The United States). El terremoto mediático comenzó a media tarde, cuando desde su cuenta se tuiteó una foto de la Primera Dama con su nuevo peinado. Las redes se volvieron locas, literalmente. Entre algun@s, la presentadora de Talks Show (y compi de flexiones de la Primera Dama estadounidense en la televisión), Ellen DeGeneres, quien intercambió tuits con @FLOTUS al respecto.






Pocas horas después, el Presidente Barack Obama, declaró ante la prensa lo encantado que estaba con el peinado de su mujer. La Primera Dama bromeó sobre el tema y lo atribuyó a una crisis de edad. Pero los analistas ya interpretábamos su maxi flequillo como un movimiento crucial de nuevo rumbo y visión, realizado tres días antes de que el presidente tomase posesión de su segundo mandato. Si yo misma lo hice para entrar con “buen pie” o “nuevo pie” en los 26, ¿por qué ella no pensó algo así sólo que con el mandato de su marido?

Lo obvio es que no es un flequillo cualquiera sino el flequillo de una mujer que cuenta con una aprobación del 73% entre los estadounidenses (supera en un 20% a su marido) y que pese a su potente currículum realiza básicamente actividades que se esperan de una Primera dama (la lucha contra la obesidad infantil o las ayudas a las familias de los militares ex combatientes).

El "aire fresco" que el presidente destacó desde el primer momento sobre el flequillo de Michelle no es baladí. Ya lo resumió el Washington Post, a propósito de la obsesión por Michelle entre los estadounidenses: "Temiendo que la Casa Blanca haya cambiado a su marido, necesitamos saber que todo esto no le ha cambiado a ella. Esta situación obliga a Michelle Obama a cargar con el peso de lo que Barack Obama fue alguna vez, así como con el de sus propios fallos. A donde no llega POTUS (el acrónimo del Presidente de los Estados Unidos en inglés), se espera que Michelle recomponga rápidamente sus pedazos".

Creo que tod@s pensamos lo mismo. Nunca unos mechones de pelo habían sido tan efectivos en comunicación política. Eso sí, siempre con estrategia, como debe de ser.




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