La ministra de Sanidad, Ana Mato, quedará para los anales de la comunicación política en España. Creo que se esfuerza demasiado por hacer complicadas las explicaciones, mensajes simples en muchas ocasiones. Al complicarlo, se pone nerviosa y provoca que infravalore lo que dice y cómo lo dice. Seguramente, ella no lo perciba pero nada de lo que comunica llega a los ciudadanos. ¿Hay un problema mayor para la política (y los políticos)?. ¿Y para los ciudadanos?.
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