"Toda la publicidad destinada a pronosticar el triunfo del PP en Andalucía tiene como finalidad movilizar al electorado socialista". Recojo a continuación la opinión del columnista de ABC Sevilla, Fernando Iwasaki y que da muchas respuestas, en su opinión, a los resultados de la encuesta realizada por IESA de principios de semana respecto a la intencionalidad de votos en Andalucía. Para el interés del ANONIMO que demandaba "más profesionalidad y madurez periodística" a la hora de tratar asuntos políticos por mi parte.
FERNANDO IWASAKI
Lo peor que le puede pasar al Partido Popular es creerse todas las encuestas que un día sí y otro también le adjudican mayorías absolutas en los escenarios más rocambolescos, como ese último sondeo encargado por la Junta de Andalucía —¡la Junta de Andalucía!— donde resulta que se avecina un vuelco electoral en el falansterio del PSOE. ¿Y por qué la Junta no encarga encuestas sobre las elecciones municipales, que serán dentro de unos meses apenas?
El PSOE ya sabe que la debacle en Sevilla capital es inevitable y que de la actual corporación no puede esperar nada de nada, pero una cosa sería perder un huevo de oro y otra muy distinta perder a la gallina que los pone. La batalla por Andalucía ha comenzado con la revelación de los asombrosos datos de un sondeo, mas su verdadero pistoletazo de salida será la derrota socialista en las municipales. La estrategia es muy simple: perder Sevilla para ganar en Andalucía.
O mucho me equivoco, o el PSOE no tiene ninguna posibilidad de ganar en Almería, Málaga, Cádiz, Huelva y Granada. Lo previsible es que el PP se consolide en sus plazas fuertes y que arañe alguna más como Córdoba y Sevilla, pero los resultados de la Andalucía interior serán la mejor encuesta de cara a las autonómicas. De hecho, a mediados de los noventa el PP le arrebató la mayoría absoluta al PSOE y lo confinó en la Andalucía rural y provinciana, donde continúa siendo la primera fuerza y además de forma merecida. Por ejemplo, en mi pueblo, La Rinconada, el PSOE gobierna de forma eficaz y los vecinos estamos encantados.
Para mí es demasiado obvio que toda la publicidad destinada a pronosticar el triunfo del PP en Andalucía tiene como finalidad movilizar al electorado socialista y atontar a los indolentes. Faltan dos años para las autonómicas y ya escucho el run-rún de los que piensan que van a ocupar la Consejería de Cultura cuando ganen las elecciones. Si se ponen así después de ganar una encuesta, ¿cómo se pondrán si ganan las elecciones en realidad? Tanto entusiasmo pre-electoral me recuerda al Real Madrid, que en los últimos años ha celebrado más fichajes que títulos.
La táctica socialista consiste en el viejo truco de hablar de las autonómicas en lugar de las municipales, para evitar que el adversario vaya «partido a partido», que diría Guardiola. El PP no debería caer en esa trampa y haría bien en preparar las municipales como si pudiera perderlas, porque sólo una goleada en las ocho capitales lo catapultaría hacia el gobierno de la Junta.
Sin embargo, la gestión de la pésima herencia socialista en Sevilla me parece esencial, pues el PSOE expulsará a los corruptos e incompetentes de la era Monteseirín y se desentenderá de todo lo que pueda perjudicarle. Más bien, el PP debería saber que si la corrupción de Mercasevilla no trascendió a nivel nacional, cualquier caso parecido en Huelva, Málaga o Cádiz abriría los telediarios de todo el país.
De nada serviría entonces, ganar en las encuestas.
Extraído de ABC Sevilla 22-12-2010
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