Mariano Rajoy comparece ante los medios, sin opción de éstos a preguntar, después del Comité
Ejecutivo Nacional del Partido Popular ante la exigencia de la opinión pública de dar una explicación
contundente al escándalo que sacude a su partido tras las noticias
sobre supuestos pagos en negro a cargo del ex tesorero del partido, Luis Bárcenas.
Expectación, toda la del mundo, no es para menos, se
trata de su primera comparecencia pública desde que el diario 'El
País' publicó las anotaciones de la presunta contabilidad opaca del
PP que realizaba Bárcenas.
Transparencia, ninguna. No sólo porque los medios de comunicación no puedan realizarle preguntas al presidente del Partido Popular, sino porque es el Presidente del Gobierno de España quien habla de transparencia y es el primero que no da ejemplo. No es ejemplar que hable de trasparencia, ni cuando la marca España es lo que se supone que es. Este presidente habla de que no le da pudor decir que él no ha entrado en política para ganar dinero o para defraudar a Hacienda. De sombras, de manipulación, de presunción de inocencias. En definitiva, pensar en un elefante. Una comparecencia que en mi opinión, no sólo no ha esclarecido nada sino que ha restado (aún más) credibilidad a unas siglas. Las siglas de Mariano Rajoy.
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